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Desarrollo y formación. Retos y desafíos para directivos y jefes

competencias desarrollo liderazgo retroalimentación rol del jefe Jul 18, 2022

Los retos y desafíos para los directivos y jefes, en relación con los equipos a su cargo, son múltiples. En estas líneas deseo reflexionar sobre algunos de ellos, en relación con la formación y el desarrollo. 

Desarrollar a través de la retroalimentación

La retroalimentación, dentro del ámbito organizacional y considerando el binomio jefe-colaborador, podría dividirse en dos grandes aspectos / momentos. Por un lado, la relación cotidiana entre las partes, casi inconsciente, mediante la cual una persona le dice a la otra qué está bien, qué podría mejorar, etc. Por otro lado, la instancia formal de retroalimentación, dentro de un procedimiento organizacional como es la evaluación de desempeño anual, que puede incluir alguna instancia intermedia. En este último caso, la instancia usualmente se denomina “reunión de retroalimentación”.

La retroalimentación, tanto la cotidiana como la formal, es un aspecto esencial en la relación jefe-colaborador. Evaluar a sus colaboradores –y, en consecuencia, brindar retroalimentación– es uno de los roles de los jefes. 

¿Cómo debe ser la retroalimentación entre jefe y colaborador? Para que sea productiva debe basarse en los hechos; con frecuencia será necesario señalar errores o aspectos a mejorar, y también señalar aciertos y logros, tanto por parte del jefe como –en ocasiones– del colaborador a su propio jefe. En cualquier circunstancia, los comentarios deben ser objetivos, referidos a situaciones y hechos concretos, describiendo dichas situaciones sin incluir adjetivos de ninguna especie. En especial se recomienda no utilizar referencias de tipo personal. 

La retroalimentación es la base para el desarrollo. 

Desarrollar a través del modelaje

Ser un ejemplo, un modelo a seguir, es otro de los retos. Desde la mirada individual, un superior siempre será un modelo, positivo o negativo, que se desee imitar o no. 

Los directivos, los jefes, todas las personas, transmiten conceptos e ideas más allá de las palabras, a partir de sus propios comportamientos. Desde esta perspectiva, un colaborador -de cualquier nivel- de manera consciente o no, recibirá a diario una serie de mensajes -de parte de su propio jefe- más allá de sus dichos o expresiones. 

En resumen, las acciones se perciben como un mensaje produciendo, en la mayoría de los casos, un impacto más fuerte que las palabras, tanto orales como escritas. Desde esta perspectiva, un jefe podrá transformarse en una guía positiva, en materia de desarrollo. 

¿Cómo hacerlo? De muchas maneras. En primer lugar, evidenciando comportamientos positivos de las competencias que conforman su puesto de trabajo. 

Adicionalmente, podrá ser un ejemplo en materia de formación y desarrollo si él encara dichas acciones para sí mismo y, también, podrá constituirse en un ejemplo, a través de procesos de delegación efectiva con los colaboradores a su cargo. 

¿Es muy difícil ser jefe? 

La respuesta es “depende”. Para algunos jefes, retroalimentar es parte del día a día. Realizan dicha retroalimentación “casi sin pensarlo”, es un comportamiento natural en su rol de jefe. Del mismo modo, son considerados como un modelo a seguir. En una situación como la descrita, el jefe no se propone ser un ejemplo, simplemente lo es.

¿Qué pueden hacer los jefes que desean mejorar en estos aspectos?

Todos los jefes pueden mejorar sus roles como jefes. En la mayoría de los casos, comenzando por conocer acerca de lo que se espera de ellos -a esta temática la denominamos “Rol del jefe”- y, además, desarrollando la competencia Entrenador -a estas actividades las denominamos “Jefe entrenador”-. 

Las sugerencias mencionadas son de aplicación para todos y cada uno de los directivos y jefes organizacionales. 

 

Martha Alles